BATXILERGOA, BACHILLERATO, BACCALAUREUS, BACCALAUREATIS

El remoto origen del bachillerato se encuentra en las escuelas episcopales en donde,  no solamente formaban teólogos, sino que también estudiaban las ciencias y las artes liberales y se admitía la presencia de seglares. Allí se empezó a aplicar el Trivium y el Quadrivium, programa de enseñanza considerado indispensable de asimilar para que más tarde el educando pudiera ocuparse del aprendizaje de un oficio del cual habría de vivir.

A este período se le llamó Baccalaureus (de donde procede su nombre de bachillerato). También se le llamaba Baccaleauriatis, porque al educando, al graduarse, se le coronaba con una rama de laurel.

En suma, el bachillerato es la única y privilegiada oportunidad en que el estudiante recibe las bases de la cultura universal de un modo sistemático.

Desgraciadamente, el bachillerato no siempre se ha adaptado a los diferentes modos de aprender de las personas, o, simplemente, en el transcurso de la vida, estas se enfrentan a situaciones difíciles que suelen desviarlas del rumbo planeado, y las llevan a renunciar a metas que soñaban alcanzar algún día, como obtener el título de bachillerato.

Afortunadamente, hoy existen centros, como el nuestro, JESUITINAS BILBAO, donde la enseñanza ha intentado adaptarse a esos modos diferentes de aprender que las personas tienen, donde se han buscado caminos diferentes, para que cada alumno pueda encontrar el suyo y alcanzar esa importante  meta: el bachillerato con  el abanico de oportunidades que trae consigo, un abanico variado, pero que siempre apunta hacia un futuro mejor.